Versión en español
Escrito por: Nicaela León
Aprender quechua con una app como Simi puede parecer una aventura distinta, y lo es… pero también tiene mucho en común con aprender cualquier otro idioma. Y como en todo proceso de aprendizaje, es normal cometer errores. De hecho, podríamos decir que equivocarse es una parte esencial de aprender bien.
En esta entrada queremos contarte algunos errores comunes que notamos en quienes empiezan a aprender quechua (¡o cualquier lengua indígena!) y por qué no deberías frustrarte si te pasa. Al contrario: son señales de que tu cerebro está trabajando, construyendo hipótesis y adaptándose a una forma nueva de ver y decir el mundo.
Error 1: Traducir palabra por palabra desde el español
Uno de los errores más comunes es intentar traducir frases literalmente, sin entender que cada idioma tiene su lógica. En quechua, por ejemplo, el orden básico de las palabras es diferente al del español: primero se dice el sujeto, luego el objeto, y al final el verbo (estructura SOV). Así que, mientras en español decimos “yo veo el perro”, en quechua diríamos “ñuqa alquta rikuni”, que literalmente sería “yo perro veo”.
¿La trampa? Al principio, tu cerebro va a intentar forzar las estructuras que ya conoce. No te preocupes: con más exposición y práctica, este patrón se reajusta.
Error 2: Enfocarse solo en las palabras “importantes”
En español, solemos centrarnos en sustantivos y verbos, que nos dan mucha información. Pero en quechua, gran parte del significado está en los sufijos y en las pequeñas partículas que acompañan a las palabras.
El quechua usa sufijos para expresar funciones gramaticales que en español se marcan con palabras sueltas. Por ejemplo, el sufijo -n marca posesión de tercera persona. En español diríamos “su casa” o “la casa de él/ella”. En quechua, basta un sufijo: wasin (“wasi” = casa, “-n” = su).
Muchas personas que empiezan a aprender quechua tienden a omitir estos sufijos o a no darles importancia, porque parecen detalles pequeños. Pero en quechua, estos “detalles” pueden cambiar completamente el sentido de una frase.
Por eso, en Simi les damos tanto protagonismo a los sufijos desde el principio.
Error 5: Transferencia del español
Este es inevitable: cuando aprendemos un nuevo idioma, nuestro cerebro usa lo que ya conoce para rellenar los huecos. Así que es normal que trates de armar frases quechuas usando estructuras del español o pronunciar palabras con sonidos del español.
En Simi lo vemos seguido, por ejemplo, en errores como decir “ñuqayki” para “nosotros” en lugar de “ñuqanchik”, o pronunciar “wasi” (casa) con una “v” porque parece “vasi”.
¿La solución? Entrenar tu oído, escuchar música o conversaciones en quechua y darte tiempo. Poco a poco tu cerebro irá afinando la diferencia.
En resumen
Los errores no son fracasos: son señales de que estás aprendiendo. Al aprender una lengua indígena como el quechua, tu cerebro tiene que hacer ajustes profundos, porque no se trata solo de otro idioma: se trata de una forma distinta de ver el tiempo, las relaciones, la evidencia, el mundo.
Así que si te equivocas, ¡felicidades! Estás avanzando. Y recuerda: con práctica, curiosidad y paciencia, cada error se transforma en conocimiento.